Los granos de café frescos y recién tostados son el primer ingrediente y el más importante cuando se trata de preparar un café de gran sabor. Al igual que ocurre al cortar una manzana que adquiere un color café tras unos minutos, las pequeñas partículas de café molido entran en contacto con el oxígeno y pierden rápidamente sus aromas y sabor.
El café en grano mantiene mejor sus propiedades y frescura porque retrasa su oxidación de forma considerable. Por eso, procura comprar la cantidad de café que vayas a consumir al cabo de un mes a partir de su fecha de tueste. En Dale!Café te brindamos suscripciones con entregas cada 15, 30 o 60 días, para que dependiendo de tu consumo, puedas tener café fresco todo el tiempo.
El dióxido de carbono (CO2) también juega un papel determinante en el proceso de oxidación del café, ya que lo ralentiza. El CO2 se acumula dentro del grano de café durante su tueste y se libera poco a poco. Una vez molido el café, el CO2 desaparece en unos minutos acelerando su oxidación.
Dicho todo esto, intenta conservar el café en grano durante el máximo tiempo posible. Prueba comprar tu café en grano en lugar de pre-molido, ¡sentirás la diferencia!
Tipos de molinillo de café
Evita usar un molinillo de café de cuchillas para moler tu café ya que cuenta con un sistema de cuchillas que corta los granos de forma inconsistente. Como resultado, cuando infusionamos el café molido habrá partículas de café más finas sobre-expuestas al agua, y otras más gruesas que no se habrán humedecido lo suficiente dando como resultado una taza de café desequilibrada. Este tipo de molinillos suele contar con un ajuste de molienda universal y no permite moler para métodos de elaboración que requieren grosores específicos.
Te recomendamos un molinillos de café de muelas, tritura el grano de café con una mayor precisión y permite seleccionar entre diferentes niveles de molienda según el método de elaboración que desees.
Este tipo de molinillos emplea 2 muelas que, al entrar en contacto entre ellas, aplastan el grano según la distancia que hay entre ellas. Al producir una molienda más uniforme, los molinillos de muelas favorecen que todas las partículas de café molido se humedezcan por igual. De esta forma evitarás cafés con sabores indeseados.
Tipos de molienda de café
Una vez tengas claro qué molinillo quieres, debes evaluar otra variable: qué molido vas a necesitar para tu método de elaboración de café.
El grosor de la molienda es un factor determinante a la hora de preparar café. A veces, puede resultar complicado dar con la molienda perfecta. Sigue esta guía para conocer más:
1. Molienda fina
Textura de sal de mesa ideal para café espresso y moka.
2. Molienda media-fina
Textura un poco más gruesa que la sal de mesa, óptima para AeroPress.
3. Molienda media
Textura de azúcar moreno compatible con métodos de goteo que usan filtro de fondo plano como las cafeteras de sifón.
4. Molienda media-gruesa
Textura de sal gruesa ideal para una cafetera de filtro Chemex.
5. Molienda gruesa
Textura un poco más gruesa que la sal gruesa ideal para prensa francesa. Puedes moler un poquito más grueso para el Cold Brew.
Trucos para moler café en casa
- Usa café fresco para degustar todos sus aromas y sabor.
- Muele el café justo antes de prepararlo para evitar su oxidación.
- Si el café te ha salido sub-extraído, y tiene un regusto agrio, prueba a moler más fino los granos. Al molerlos demasiado grueso, la infusión del café no ha extraído todo el sabor del café, es decir, el café molido no se ha humedecido lo suficiente.
- Si, por el contrario, el café tiene un regusto amargo (sobre-extracción) deberás moler más grueso. En este caso, las partículas de café se han empapado más tiempo de lo debido.